miércoles, 21 de enero de 2015

¿Cuánta energía gastas de más por dejar el smartphone cargando toda la noche?



Seguramente la pregunta de la que partimos hoy sea algo que muchos de nuestros lectores se han preguntado en alguna ocasión. Al fin y al cabo, la factura de la luz está por las nubes, y son muchos los estudios que nos conciencian acerca de la necesidad de apagar cualquier gadget que no necesite estar encendido incluso en la modalidad stand by. La verdad es que sería un poco absurdo elevar el consejo a la cualidad de norma, porque en ocasiones nos resulta bastante molesto tener que apagar y encender todos esos dispositivos, pero si el gasto vale la pena, como en general parece que hace, quizás alguno hogares lo implementen como hábito. Pero ¿qué pasa con la costumbre de dormirnos con el móvil cargando? ¿Cuánto consume realmente nuestro dispositivo si lo dejamos enganchado a la corriente durante más tiempo del que necesita para la carga?

En realidad, el gasto eléctrico depende de muchos factores, entre otros el coste de la electricidad, las veces que se repita este proceso y también el tipo de batería del dispositivo. Pero si intentamos aislarlos todos, y decidir una media para los dispositivos smartphones, nos encontraríamos con que el coste es de 5,30 dólares al año por la carga de nuestros dispositivos móviles. Este cálculo se hace tomando como base el hecho de que un enchufe consume por sí solo 0,26 Watt, y tiene un consumo de 3,68 Watt si se enchufa el smartphone. Una vez se completa la carga, el consumo total pasaría a ser de 2,24 Watt. Todo ello, sale de un estudio llevado a cabo por el Berkley National Laboratory en 2012, y es ahora objeto de nuestro análisis para comprobar cuánta energía estamos realmente desperdiciando.

Energía perdida en la carga móvil

Si antes dijimos que para cargar nuestro smartphone nos gastamos anualmente de media 5,30 dólares, si se calcula la media de gasto extra que hacemos al dejarlo siempre conectado durante toda la noche, atendiendo a los valores anteriormente mencionados, nos encontraríamos con que el gasto total de la factura de la luz anual ascendería otros 4,5 dólares extras. Es decir, estaríamos gastando casi el doble de dinero de lo que nos costaría eliminar esa costumbre que al fin y al cabo no resulta nada positiva, porque es energía que vamos a pagar, pero que no estamos utilizando sino que se pierde en el proceso.

Por esta razón, quizás deberíamos decir que además por intentar tener un poco más de conciencia medioambiental, abandonemos esa práctica. Pero si miramos cuánto dinero más gastamos al mes por llevarla acabo, apenas nos salen unos céntimos. Aunque en realidad este hecho se produce porque la carga de los móviles es algo que apenas consume energía. Sin embargo, si intentásemos recargar otro tipo de dispositivo, o nos planteásemos llevar esta misma teoría a gadgets con un mayor consumo, las cosas serían sustancialmente diferentes. En este caso, nos gastamos casi un 100% más de los 5,30$ que cuesta cargar el teléfono al año. ¿Qué pasaría si esa cifra en lugar de ser 5,30$ fuese algo como 400$? En ese caso sí que notaríamos bastantes cambios en las finanzas domésticas.

Lo que pretendí explicar es que a veces muchos de esos consejos para ahorrar electricidad tienen sentido, pero no son tan efectivos a la hora de hacernos ahorrar dinero como suelen decir. Sin embargo, cualquier cosa que hagamos para ahorrar energía, y para ahorrarnos, aunque sean unos céntimos, bien hecha está ¿No te parece?